París, Francia. – Un solitario gol de Ousmane Dembélé al minuto 4 bastó para que el Paris Saint-Germain tomara ventaja en la semifinal de la Champions League frente a un Arsenal que dominó en posesión, pero no en contundencia.
El encuentro comenzó con vértigo: Dembélé, en una gran jugada colectiva con Kvaratskhelia, fusiló a Raya tras un pase a la frontal del área. El PSG madrugaba a la segunda mejor defensa del torneo, y desde ahí manejó los tiempos del partido con orden y oficio.
El Arsenal, fiel al estilo de Mikel Arteta, intentó someter desde la posesión. Trossard y Martinelli dispusieron de hasta tres ocasiones claras, pero no lograron vencer a Donnarumma. La falta de un delantero de élite volvió a pesar, y la necesidad de fichajes arriba se hace evidente para los ‘gunners’.
Luis Enrique, estratega del PSG, volvió a mostrar un equipo equilibrado, sólido en defensa y liderado por un Vitinha sobresaliente en la creación. La propuesta parisina no fue vistosa, pero sí efectiva, y terminó desquiciando a un Arsenal que no encontró espacios.
La segunda mitad ofreció más de lo mismo: dominio inglés, pero sin profundidad. Un gol anulado a Mikel Merino y un mano a mano fallado por Trossard fueron las más claras del empate que nunca llegó. Mientras tanto, Barcola y Ramos rozaron el segundo tanto en los minutos finales.
El árbitro, Slavko Vincic, fue criticado por cortar el ritmo del partido y mostrar tarjetas discutibles, como la amarilla a Saka por una entrada que parecía balón limpio.
Con este resultado, el PSG pone un pie en la gran final de la Champions. La eliminatoria sigue abierta, pero el equipo francés llega con ventaja y la confianza por las nubes.
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