Advertisement

Un arma secreta para conquistar el Everest

El montañismo, el cambio climático y el turismo masivo a debate. Además: las elecciones del Poder Judicial en México.

Conquistar el Everest es sinónimo de sacrificio, valentía, perseverancia. La montaña misma es un símbolo universal de meta prácticamente inalcanzable.

Quienes lo consiguen, lo hacen luego de prepararse meses o años y lo logran en el transcurso de semanas. Después de alcanzar la cima, suelen dedicarse a inspirar a otras personas: la preparación y la resiliencia que aprendieron son útiles en otras áreas de la vida.

¿Qué pasa entonces cuando, inhalando una sustancia, es posible ascender a la cumbre de la montaña más alta del mundo en solo tres días?

Eso se está discutiendo ahora, luego de que dio a conocer que cuatro montañistas británicos viajaron del Reino Unido a Nepal y, una semana más tarde estaban de vuelta en casa tras llegar a la cumbre, ayudados por el gas xenón. Así plantearon el debate Jonathan Wolfe y Bhadra Sharma en una nota sobre esta expedición:

¿Debería facilitarse la escalada del Everest, uno de los mayores logros deportivos, y que esté al alcance de más personas durante unas rápidas vacaciones, con la ayuda de un potenciador del rendimiento?

Todavía no se conoce el impacto a largo plazo que tendrá esta forma de ascender en el cuerpo humano, pero el gobierno nepalí está evaluando la regulación, pues ya se está previendo que esto resulte atractivo para un turismo recreativo y masivo. El gas, por cierto, es una de las sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.